miércoles, 25 de junio de 2008

¡¡Una nueva oportunidad!!

La frase con que abro mi perfil le da explicación y deslindes a un impulso tan humano como la furia, al que doy como nombre: "La Huida".

Es difícil no creer que dentro de esa vorágine diaria que nos embute en rutinas de escaso aire, una nueva visión y un gran respiro no pueda provenir de la ruptura de "lo mismo". Dialéctica en la razón, pero escape ansioso y placebo del instinto. Luchando por escapar del presente no nos queda otro lugar que el futuro. ¿Alentador no?

La verdad yo soy de los que tomo fuerza de la confrontación (ya casi como un vicio), pero reconozco la necesidad de escapar y verme en otro escenario para poder visualizarme nuevamente como a un "tercero", y desde allí contar con la perspectiva necesaria para enfrentar todo, ha sido un ejercicio o una caída recurrente al “concluir ciclos”: Yo de nuevo pero ¡más propio y más auténtico!

Sin duda que contentarnos (a los instintos inclusos) es una receta cortoplazista que todos hemos buscado en el afán de ser felices: ¡Cuánto vicio enumerable! - y de toda forma- no es sino la plasmación de la huída y sus curativos beneficios.

Pero huir no es partir de cero.
Los cambios de aire, gente, amores, odios y tensiones que parecen estar abrochadas a nuestras vidas, y de las que la menor insistencia nos parece una ineludible responsabilidad con el pasado que vivimos es una verdad patente; Lo que es recuerdo, antes de ser recuerdo: ¡ES!

Esta divagación va en contra de mis ganas de inventarme nuevamente y de la asfixia que a veces me produce la consecuencia… ¡Pero qué diablos! Huyendo no se puede llegar ni un centímetro más lejos de uno mismo. (Y uno si que se jode a si mismo)
Así: el nuevo aire, gente, amores y odios son una válvula de escape personal hasta nuevo aviso… Hasta el aviso del espejo.

¿Cuántos años de mala suerte serán si no lo logramos quebrar?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante la alternativa de acabar con uno mismo es preferible acabar con todo lo demás.

Si no basta el reflejo para hacerse cómplice, el mundo viene a ser sólo un adorno si descartamos escapar a él.

ROBERTO DE PAULO dijo...

A ti amigo mío, intento dejar plasmado mis más profundas motivaciones las cuales no son demostrables y estas letras tienen esa limitación.

Tú que te mantienes siendo fiel a tú mismidad, y al igual que yo te dejas seducir por las circunstancias y plasmas en cada líneas y en cada coma, en cada punto y aparte, en cada falta de ortografía, y por supuesto en cada rato que has pasado frente a la pantalla, que no es más que una ventana con vistas a otros corazones o la puerta abierta a la prostitución de nuestras ideas

Notable blog y larga vida a esta ventana de prostitución

Te dejo mi fraternal abrazo de tu incondicional amigo

ROBERTO DE PAULO

Anónimo dijo...

Tan dionisiaco =p