lunes, 25 de octubre de 2010

Líneas de Naftalina

Es precisamente en el instante en que mi cabeza se llena de “demasiados”.
Instante sonante, golpe de reloj y asfixia.

Ningún amanecer cambia los comienzos tatuados
Ninguna idea de futuro ni pureza
Ninguna seña de un exterior que no haya sido contaminado por nosotros

De rodillas frente al más liviano de mis espejos
El rezo con que bordo las sabanas sobre mi rostro
Otra ocasión perdida para ser el mismo
Otro revés sobre los ojos ajenos.

Todo tiene la facilidad de calzar en la belleza
No es necesario comentar para darle forma al rito
¡Una vez más dos pasos al costado!
Una vez más dividiéndose por una línea.