miércoles, 13 de julio de 2016

Miel

Derrotada la miel y fatigada su alma;
Se derramó seca sobre la espalda del que la escribió tratando de revivirla.

La historia no duda en destruirse para hacerse vida
 y hervir hiriendo al posarse sobre la delgada piel de sus vértebras

Tiempo que no te veo
Tiempo innecesario
No se necesita tiempo si no habitar lo contrario de los actos
Esparcir su miel ahora tibia y derrotar los sentidos

¿No es evidente que no te he dejado de ver?

¡Derrotado otra vez!
Cambio aliento por voces que congracian lo normal de mis pasos
y los checkpoints hastiados de recuerdos abortados del mundo

En el mundo yo me hundo
En el mundo yo te espero


¿No es evidente?

¿No lo soy yo acaso?

1 comentario:

Anónimo dijo...

De un tiempo a esta parte dudaba acerca de las evidencias, hoy puede que exista un atisbo de certeza. La lucha contra los demonios de normalidad impide el fluir de lo que es y condiciona a lo que se da.