Lenguas Alambradas

Lenguas alambradas.

Aliento que sangra y brota viseras que se deshacen al caer:

En la fría vereda.

¡Demasiado pavimento!

Demasiado humo sin señales en la pintura del techo;

Y cuando ya no quedan hechos,

Queda la sangre.

Queda el alambre.

Coágulos fríos

El abecedario que fue mío

Y los instintos que perdieron sentido de orientación para emerger

Coágulos duros

Disparándose a los muros

Y estampando su recuerdo en otro sesgo en mi mirar

Lenguas alambradas.

Aliento que sangra y sangre que purga.

Desde la fría sentencia.

¡Demasiada licencia con el juzgado del espejo!

¡Aún demasiado lejos!

Queda la sangre.

Queda el alambre.

Atípica

Exhalo una bocanada de ti,

reconozco textura y aroma, y juego a desordenar tus átomos.

Exhalo un tiempo distinto,

Que habita escondido de gritos en mi garganta muda

Silencio sobre Silencios

Mareo sobre Mareos

Lunes por la mañana, atípicamente festivo

El calendario cesa su marcha para revelar el negativo de tus sonrisas

Atípica, funcional y real

Lo que pasa es que se encubre la vida con otra vida mientras vivimos lo que resta de ésta.

Te exhalo y me mareo hasta que el cielo cambia de nombre

Lo que pasa es que aguardo sin pagaré ni garantía

Silencio sobre silencios

Mareo sobre Mareos

Te exhalo para que vuelvas

Atípica, luminosa y musical

Quebrando la locura descalza por las calles

Rebobinando tu mirada hasta el primer lado del casette

Te exhalo para que vuelvas

Atípica y determinante

Silencio sobre silencio

Mareo sobre mareo.

Lo que pasa es que se encubre de vida todo lo que no tiene que ver contigo

Todo lo que no es vida

Todo lo que resta

Todo lo que no es atípico.

Te exhalo para que el vaho pinte de tu color el espejo

Y pueda disfrutar con tu dibujo transitorio jugando a alagar tu pelo

Hasta que el aire borre los rastros y la tibieza

Enfriando los anhelos para disfrazarlos de huella

Te exhalo para que estés intermitente, y así no me olvide de anhelar

Buscando los nervios perdidos que aún tensa la atrofia de los años

Pasando de apuesta a supuesta y del plural a última copa

Viento, marea y ancla superpuestos al final

Silencio sobre silencios.

Mareo sobre la sal.

Voz

Pude sentir tu voz desde lejos, tenía taninos graves y cadenciosos que hacían adictivo su eco, y por lo tanto no dudé en reverberar su tacto para raptarlo en mi memoria.

Partí rápido a buscarte.

Como creo poco en la casualidad me senté en un café que me fuera habitual. Un submarino en el Subterráneo para pasar el frío de la neblina, punto y aparte. Terminé de leer algo que no me distrajo demasiado, así que me largué a caminar por las calles, que como rareza del menú, estaban extrañamente vacías. ¡Desfile pensé! Se veían vallas papales puestas en las veredas, y un nudo policial de vehículos cerrando la plaza Aníbal Pinto, así que contrario a mi instinto, subí para encontrar el mar.

Estaba sentado sobre el tobogán del Ascensor Reina Victoria, dominaba los colores opacos de los cerros y la neblina me había empapado de algo bueno. No era necesaria la prisa. Subí al tobogán y caí.

¿Dónde llegué?

Estaba rodeado de una espesa hierba que escondía susurros. Supuse que permanecía en los cerros porque la caída había sido tenue y sin vértigo. Podía continuar deseando un nuevo y mejor mareo, y de improviso me tropecé con una mirada igual a la mía.

¿Conoces la salida acaso? Me dijo muy tranquilo y sin exaltarse. Se veía como si hubiesen sido los colores de mi espejo animados a seguirme.

¡De ninguna forma!

¿Y cómo pretendes llegar a ella? ¿Cómo vas a recobrar la voz?

No tenía sentido explicar porque pasé rápido por un chocolate blanco al Color Café, ni cómo comencé a leer las dedicatorias y recuerdos escritos en la pared hasta perderme en uno mío. También tenía mis colores pero no tenía ansiedad ni ganas de buscar nada, sólo era una sonrisa dibujada en el tacto, una nota grave y cadenciosa que se volvía eco, y un espejo sentado tomando chocolate blanco frente a ella.

 Estaba vibrando en tu voz. 

Dosis

Exigua y parcial, levemente dulce y diluida en el más frío y ácido recuerdo. Recuerdo como caían sus gotas y a veces su ropa. Recuerdo inexistente la calma cuando la vida volvía para hacer brotar sus cuerdas vocales

Leve y fulminante, distraída y rigurosa. Existe aún en la digestión que ha olvidado perecer con el veneno. Bueno y sereno, el minuto después. Claro y cortés, volando a media altura.

Decidida y radiante su eco elucubrado. Mareado y afectado, dejo el vaso ya vacío sobre el velador que ya no es mío. A veces cuando no existo río. Río que se lleva mi cuerpo. Río que te hace reír.

Dosis que inundó la clepsidra. Tiempo de morir y flotar.

Sero

Creando pistolas con una combustión de frio indescifrable

Me palpa mi sombra un escorpión; punzada algo agradable

Me huele a que  desoriente mis pasos tan marcados

Me huele a que me perpetúe en heridas ya cerradas

Caminando recto sobre el mar que acaba de secarse

No hay brisa que pueda disolver los colores que se secaron pronto

Y me huele a que ya no soy tela, pasé por témpera, pincel y atril

Y me huele que estoy ya re escribiendo lo que antes prometí

Calco de raíces su comienzo sin mirar

La búsqueda de luz e instinto que la haga aún más brillar

Y prendo con mi cuerpo una señal artesanal

Que entibie los regresos  mudos: ambos sin dudar.

Y Calco de raíces su comienzo sin mirar

La búsqueda de luz e instintito que le haga aún más brillar

Y prendo todo de mi cuerpo ¿Adivinas la señal?

Rescates no pretendo, sólo paso a saludar

Y calco de raíces todo y todo lo que hay

Sobrevivir, máxima clara,  sangre en mi banco de hoy

Que el fuego quema evaporando a cambio de interés

Que pague pronto mi salida, a ser o a convencer.

Ocasiones Encontradas

1. Un grito atomiza la llama y dispara esquirlas que se alojan en los flashes de todos. Un grito hace iguales a todos los buenos animales que acuden a aullar con la luz. La luna es de crema y helada. Las voces de vidrio y extinguen los rastros de fuego. La vela sonríe con la tranquilidad de no haber estado demasiado tiempo en pie.

2. Rosas, botones y piel que se oculta atrás de esos botones. Espinas y piel que se cubre de pequeños cuchillos con que cortar otra piel que no se cubra en ese preciso espacio en que fluye un néctar belicoso y rojo que tiña la piel de rosas. Sin botones, sin ropa, sin cuchillos.

3. Papel que brilla y envuelve. Una caja que oculta lo expectante que guarda mi suposición de tu alma. Todo el mundo afuera del megáfono que anuncia el resultado químico de la coincidencia entre tu gusto y mi gusto después del mareo de la sorpresa. Precipicio moderado que balancea las apuestas que se esconden en nudos de cinta. ¡Ábrelo!

…

1. Un suave aliento desdibujó la llama de una vela recién encendida. No había miradas alrededor, ni alguna una sensación de tibieza extrañada  o cualquier cosa que pudiera volver melancólico el ambiente. Tan solo aire y fuego, de alguna forma yo también estoy demás.

2. Filatelia de pétalos perfumando el adhesivo de los álbumes. La cáscara dura de ácaros organizados y filósofos, exige un minuto para conversar del clima. Los botones hacen su reunión anual de oración y se agrupan verticales en toda mi ropa. Rezan. Rezo.

3. Hay un e mail en mi casilla. Coincide con dos minutos después de haber mandado un mail a otra casilla. ¡Me saca de mis casillas recibir instrucciones de los regalos! ¿De dónde saco diez amigos ahora?

Folio

Sobrevivo en una escena de miel

Y el techo susurra demasiado cercano:

 "Lo que tú quieras que oiga;

 Lo que tú dejas que sea."

¡Adiós  a las veredas y adiós al tiempo!

¡Adiós al año que me oxidó de narrativa!

Sobrevivo lejos de las paredes

Y el suelo gime que se acostumbra a mí:

"Lo que tú quieras que quede;

Lo que tú olvides de volar."

Muertos o Anti Héroes

    Poco quedaba por andar a las 7:00. Ya había recorrido un arsenal de melancolías situadas en discos, calles, letras y anhelos, pero todo decantaba irremediablemente en una conclusión racional, y desde allí, sólo habitaba su propio destino.

    Deben ser las 7:50, y ya seguramente tomaste aquel boleto que pareciera que nos aleja. Ambos conocemos el rumbo de nuestra amarga sincronía, y con eso ya cuento como si fuese mi sombra. Otra cosa es con guitarra. Otra cosa es sin ti.

    Debe ser las 8:25, y me vuelve maníaco de glotonería el sabor de lo que queda de mis uñas. Huimos de forma distinta, ¡y aún  sabiendo que vale la pena no huir! (siempre que el otro cumpla su parte) ¿Te habrás acordado de mí al abordar?

    Debe ser tarde,¡ siempre ha sido tarde! y es evidente que la potencia de tu intensidad te hace brillar. No me recordaste, supiste hacer a un lado los susurros y los gritos sin tiempo. Hoy habitas tu alegría pactada en otro país. No somos iguales, yo no soy definitivo y siempre te guardé mis noticias y mis sueños para que los leyéramos juntos.

    Debe haber amanecido, y mi coherencia es sólo un esfuerzo retórico. No tengo buenos deseos si no que únicamente una gran incógnita. ¿Muertos o anti héroes?

Muerta

Te espero irrefrenablemente

Me fascina que no me creas

Me fascina que no te aterre

Me fascina que me conozcas y te sorprenda aún

Muerta

La letra quedó abierta

Tu sed de vida dejó a la mía desierta

Tus zarpazos de hielo que descienden mis vertebras una a una

Tu resolución que obvia que este año quería que no volaras

Quería que yo volara

Quería que te encontrara

Quería morir sin Dios.

Muerta

Des variantes y alternos beta

La maldita pasión secreta

Nos oscurece tu decisión

Muerta

Sobre pólvora y maquillaje

Tus vestidos y piel de encaje

Mi muralla partida en dos

 Debe haber anochecido ya.

 Debo estar solo otra vez y hablando al oído.

Nada debe ser.