miércoles, 25 de abril de 2012

Le pido prestado tus ojos al lapso que silencia nuestro tiempo
Pido tinta y hojas donde derramar la sal que ahoga mi sudor
Mi nervio calcina mis labios distrayendo el discurso
-distrayendo las horas
-distrayendo mi voz.

Le pido prestado tu oído a la cosmopauta en que engranas de siempre
Le hago presente la coda con que marco el final de un compás
Desollando mi piel simulando una poda
Una poda que dopa al mirarte y arder.

Parto el nuevo compás y otro abecedario
Dando el ritmo de cuartos sobre la letra D
Y perdiendo el rastro, la piel y el silencio
Dame el pulso perdido sin dejar de creer.

5 comentarios:

Moonchild dijo...

esa onda

Anónimo dijo...

qliao mejor!!!

Enflorada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

=) Sos un tierno!

Guillermo dijo...

Dias más tarde se agita nervioso el respirar de quien sigila sus propios sueños.

Arrastra una corriente fuerte hacia aquello que indefectiblemente anhela.

Tal vez el respirar también se marea lejos de la costa.

Pero sus sueños son una deriva buscada mar adentro de su querida excepción