Sólo por la
serenidad aritmética de las horas
Jugando a vaivén
con los cables pulsantes de un quejido eléctrico
Por el acierto de
haberte escrito antes de necesitar gritar
Porque tu
historia no parte ni termina conmigo
Sólo por la
cautela de los kilómetros que nos separan
Disfrazando de
niebla la humedad que exhalo para llegar a tus nervios
Por el acierto de
beber cuando dejas de estar
Porque mi
historia no depende de lo que quiero
Sólo por el afán
de las líneas estables y la transmisión constante
Del oficio
regular y del lunes a viernes
Del paso a paso y
olvido a olvido
Algodón por metal
sulfurando un labial esquivo
Sólo por esa
falsa estabilidad de la materia
Que nos separa
cuando yo enciendo las nubes
Esta tierra no está
en desorden
Y puedes seguir
sintiéndote segura.
1 comentario:
Y si desordenamos aún más?
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