domingo, 1 de abril de 2018

Desorden

Sólo por la serenidad aritmética de las horas
Jugando a vaivén con los cables pulsantes de un quejido eléctrico
Por el acierto de haberte escrito antes de necesitar gritar
Porque tu historia no parte ni termina conmigo

Sólo por la cautela de los kilómetros que nos separan
Disfrazando de niebla la humedad que exhalo para llegar a tus nervios
Por el acierto de beber cuando dejas de estar
Porque mi historia no depende de lo que quiero

Sólo por el afán de las líneas estables y la transmisión constante
Del oficio regular y del lunes a viernes
Del paso a paso y olvido a olvido
Algodón por metal sulfurando un labial esquivo

Sólo por esa falsa estabilidad de la materia
Que nos separa cuando yo enciendo las nubes
Esta tierra no está en desorden

Y puedes seguir sintiéndote segura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y si desordenamos aún más?