Los nervios se encogen entumecidos por una humedad incomprensible
No hay paredes, ni sombras, ni demasiado suelo al que caer
Caigo a pesar del humo que sirve de plaquetas a mis poros
No hay queja, sin perjuicio de la no resignación
Alcanzo a llenar con frío la atmósfera cambiante de mis egos
Debo detener el tiempo para detenerme a mi y volver a mi
Alcanzo a habitar los sueños que ya no se interesan por leer otra línea
Alcanzo a soñar la tinta con que sangro ese sueño por habitar
Caigo a pesar de que no resigno mi anhelo
Cae mi piel
Cae mi piel
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