Honrar a las
manos Honrar a las sombras
Honrar los
susurros Honrar la vergüenza
Honrar la empatía Honrar la psicosis
Honrar la mentira Honrar mi piresis
Honrar el sentido
de abajo hacia arriba
al llegar a crispar tu adicción florecida
Narcótica y
lenta,
aturdida y desierta,
asienta ya ésta,
A beber su razón
de volver a estar
Honrar el sentido
de los pares perdidos
En sus búsquedas
de materia donde cocer los retazos líquidos de alma
Olvidables y
perceptibles en la rabia y en la ironía
Esquivos a la
bella conversación que nada importa
Honrar para
después borrar
Honrar para
encriptar las copias de las huellas digitales sacadas de la dermis
Honrar para
encontrar
Algo que se parezca al impulso.
y después honrar lo que se encuentra o te encuentra
y digitar con los dedos sin huella
una melodía frenética que borre el exceso de sustantivos
y termine por partir