Inesperada y
permanente, cuesta creer que seas una pausa.
Tú, que temperas
con el vaho de tu voz las columnas frías de lo que ya ha existido.
A ti,
de
golpe de piel,
suave y
quebradiza,
A ti,
a fuerza de ayer,
regalo o presente sin norte claro.
Puede ser que a
ti no te crea,
Puede ser.
Puede ser que yo
no me vea
Y desconfíe de mí.
Sobrando el
tiempo por delante, creo ver un océano denso que sumerge nuestros relojes en un
cotidiano letargo.
Y del aire que
quedó para los náufragos submarinos, bebo a sorbos masticando otra vida para
mi.
A ti,
de
golpe perplejo,
quieta y combustible.
A ti,
a fuerza de incertidumbre,
probable idea de vagar.
Puede ser que a
ti no te crea
Puede ser que yo
ya no sea
Puede ser que en
esa frontera
Importe más el
querer que el creer.